
“Evaluar nos permite diagnosticar qué y cómo están aprendiendo las y los estudiantes y orientar futuras acciones. La evaluación, además, es una oportunidad para que niñas, niños y jóvenes pongan en juego sus saberes, visibilicen sus logros, y aprendan a reconocer sus debilidades y fortalezas. Así, la evaluación tiene que ser formativa para estudiantes y para docentes: al mirar las producciones y desempeños se puede reorientar la enseñanza”.
Rebeca Anijovic
Universidad de Buenos Aires (Argentina).